The Clinic: firme junto al pueblo!

Espacio de conversación política sobre el futuro de Chile

Published Wednesday, February 07, 2007 by Vlado Mirosevic | E-mail this post

Todo comenzó en 1999 durante las primarias entre Lagos y Zaldivar. Un grupo de jóvenes simpatizantes del candidato socialista comenzaron con esta revista que inicialmente no tenía oficina, se repartía gratis en la calle, vivía en base a artículos de colaboradores y sus iniciadores no ganaron sueldo hasta un buen tiempo después de haberla creado.

Hoy el panorama es distinto a lo que ocurría mientras el general Pinochet se encontraba detenido en London Clinic. Hoy son la revista más leída en Chile, vendiendo 55 mil ejemplares. Aun que con el reciente fallecimiento del general Pinochet llegaron a vender 70 mil. En palabras de Patricio Fernández, autodenominado director espiritual de “The Clinic”, en la última entrevista realizada por Nación Domingo explica que “No fue un plan, sino un entusiasmo libertario”.

Clinic el ejemplo máximo de la vinculación de un discurso político –en este caso de apertura cultural- y un glamour con falta de reverencia. Y es que estos proyectos nacen como una vuelta de tuerca a la “oficialidad social y política”. Como dice el propio Fernandez “El humor del “Clinic” no está radicado en el chiste, sino más bien es un ánimo”. Animo o espíritu que encarna o representa el sentir de muchos que no tienen medios de comunicación para decirlo.

Clinic lo encuentro una especie de “recordatorio al sentido común”. Sobre todo en política y farándula donde se ven situaciones que parecen sacadas de Marte. Aquí hay algunos que escriben para recordarnos que esto NO ES NORMAL. La pluma que saca de la normalidad y por otro lado conecta con otra cotidianeidad más resuelta, alegre, fresca, menos hipócrita y un poco dura a ratos…. Clinic una mezcla de juventud, intelectualidad, circo y diseño. The Clinic no sería nada sin su diseño gráfico tan puramente “Clinico”.

Y es que el inicio de esta revista en apoyo a Lagos, pretendía representar la apertura cultural y mental que el gobierno debía encarnar. Al más puro estilo “parreano” de nuestro antipoeta Nicanor, deseaban una renovación de la lírica de izquierda para dejar atrás ese lenguaje enojon, resentido y victimizado que mantenían buena parte de las fuerzas democráticas desde la dictadura.