Siempre me he peleado con la mirada complaciente que nos gobierna en Arica en torno a nuestros lideres. Cuando nos enojamos con ellos por su ausencia, por sus promesas o simplemente por sus discusiones lejanas. No me cabe duda que este fenomeno habla de ellos, pero tambien, y por sobre todo, habla de nuestra tipica cultura politica: observamos desde la vereda de en frente. Aun que sin duda, reconozco en la clase politica practicas, estilos y conversaciones desatinadas, me gutaria observar u observarnos a nosotros los ciudadanos.

Neruda no lo pudo enunciar mejor “somos la patria mas ingrata con nuestros lideres”. Los queremos los primeros tres meses y los odiamos el resto de su cargo. Votamos por alguien y al poco tiempo nos volvemos sus peores enemigos. Al punto que un slogan politico podria decir “vote por el otro, cuando se descepciones, se viene para aca”. Soy de la tesis que el problema esta enrraizado en nuestra “cultura politica”. Nos hacemos creer que esta vez si tenemos la historia en nuestras manos, las expectativas por las nubes, al punto de escuchar promesas donde las hay. Cuando nos damos cuenta, ya pasada la eleccion, que ningun hombre soporta dichas expectivas que hemos inventado para el, este ultimo se transforma en nuestro peor enemigo.

Sin victimizar a la clase politica, debemos entender que nuestras decepciones no solo hablan de ellos, sino que tambien hablan de nuestras expectativas con ellos. Cuando esperamos que nuestros parlamentarios den mas trabajo para nuestros distritos, solo nos generamos mayor resentimientos hacia ellos. Su funcion no es dar trabajo, no esta en sus manos. Cuando esperamos que el alcalde transforme nuestra ciudad en Nueva York solo en 4 anios, no queda otra alternativa que enojarse. Este debela una cultura que se miente a si misma.

Sin embargo, y apasar de esta vision critica de nuestra cultura politica, no podemos dejar que nos gobierne la desia y la desesperanza colectiva. Veo mas bien que debemos preguntarnos ?que esperamos de un politico? ?En que consiste nuestra aprobacion o desaprobacion?