El Gobierno tiene que tomar la decisión si inclina su apoyo a la candidatura de Venezuela o la de Guatemala, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La Presidenta ha hecho declaraciones que implícitamente apoyan el voto al país Latinoamericano, a pesar de que una decisión de este tipo no tiene una sola línea ni dentro de la Concertación, ni dentro del propio Gobierno.

En reuniones en Cerro Castillo la Presidenta Bachelet ha escuchado la visión contraria que tiene el PPD frente a la candidatura de Chávez. Pero es en la DC donde se hacen más difíciles de manejar el grado de polarización que tiene este partido con el Gobierno. Una relación de tensión que puede encontrar sus orígenes desde que Soledad Alvear perdió las elecciones internas frente a la actual mandataria, y que se ha intensificado en conflictos como el del Canal de Chacao, la exigencia de un mayor gasto público en el presupuesto 2007 y la última decisión del Ministerio de Salud. La DC y el Gobierno tuvieron un acercamiento la semana del 28 de Agosto cuando se acordó trabajar por la unidad de la Concertación y aquí el Gobierno acogió la propuesta del Consejo Económico Social del la DC. Todo cambió cuando se dio a conocer la medida para el control de los embarazos adolescentes. En este contexto se va a plantear la discusión sobre el voto al Consejo de Seguridad, hecho que va a traer más problemas en la tensa relación DC-Gobierno.

A pesar de que dentro de la DC Alvear no ha fijado un liderazgo sin disidencias, su postura se ha visto contraria al Gobierno. En seis meses de gestión la Presidenta Bachelet no ha podido consolidar una relación fluida con un partido que es importante dentro de la Concertación, más allá de superar las consecuencias del apoyo a Venezuela, el gobierno debe buscar un acercamiento real con su base política, quien será la única que le permitirá un sólido accionar en su gestión.