Durante esta última semana se han posicionado algunos temas en la agenda pública como son el cambio al sistema binominal, la extensión que debiera tener el Presupuesto 2007 y las posibles candidaturas presidenciales para el 2009. Cada uno de estos temas permite distinguir un cromatismo de opiniones no solo entre oposición y gobierno sino que también entre los miembros de las coaliciones. Esto no debería generar problemas en un ambiente en que se respeta el debate, pero lo anómalo es la conducta del gobierno en el que se ha visto descoordinado en su propio actuar, las opiniones que se pueden dar entre personeros de gobierno, incluida la propia presidenta, no responde a una línea clara.

El acercamiento de los secretarios generales de los partidos de la Concertación con RN, especialmente con Sebastián Piñera, fue obstaculizado por la propuesta de la presidenta de hacer un plebiscito para resolver el tema, plebiscito que no es vinculante por lo que solo tiene un carácter de consulta popular, cosa que no ayuda a generar una propuesta específica que es lo que más se necesita.

En cuanto al debate sobre el Presupuesto 2007, lo destacable se da en el carácter polarizado que ha tenido la relación entre el bloque PS-PPD-PRSD y la DC, que fue calificada de comportarse como un partido opositor. Son varios los puntos de desencuentro entre las dos partes, cosa que también se puede ver en la preocupación de Aylwin por la posible tercera candidatura de un Socialista para las elecciones presidenciales 2009.

El gobierno no ha manejado la agenda, los temas son puestos desde otros ámbitos y no son liderados por las autoridades correspondientes, su actuar ha estado siempre detrás de la contingencia y muchas veces generando problemas en temas que no se manifestaban como problemáticos.