Reflexionando con Vlado sobre un texto de historia de chile, nos sorprendimos por el hecho de que en 1906 una carta enviada de Santiago a Valparaíso tardaba 14 días en llegar y si es que llegaba y más o menos 3 meses si es que nos queríamos comunicar con algún pariente en el Norte Grande. Nuestra sorpresa estaba por que mirábamos el hecho con los ojos de 100 años de distancia, es tan así que puede ser anecdótico si lo comparamos con que hoy podemos enviar un correo electrónico que llega en cosa de segundos.
Cien años de "progreso" podrían valer el paso de 14 días a unos pocos segundos para comunicarnos, todos los recursos que nos entrega la tecnología han configurado no solo la forma de comunicarnos, sino que también de entender el mundo. Nuestras relaciones de negocios, nuestras relaciones emocionales, en definitiva todo nuestro actuar social hoy no se podría entender con los tiempos de hace solo 100 años.
En este minuto podríamos pensar que nos encontramos en la cúspide, ¿qué más podríamos pedir? nuestros adelantos han permitido acortar las distancias en medidas inpensadas. Pero si nos hacemos la pregunta como nos leerán en 100 años más, nuestra calidad de conexión a Internet será un chiste, la forma de ver televisión será insulsa, el concepto de biblioteca, de texto va a cambiar, nuestros celulares parecerán añejos y la forma como nos relacionamos con el mundo pasará a la historia.