La Ilustración a menudo es conseguida como el fundamento del mundo occidental moderno. Los fílósofos de la Ilustración enfrentaron al pensamiento medieval, en el que todo fue explicado por la existencia de Dios y los hombres tenían ya un destino en la tierra predestinado. Ellos por el contrario, creían en el progreso individual. El ser humano podía, por su propio esfuerzo, influir en su futuro. Creían en la razón como única herramienta para llegar a la verdad y introdujeron los principios importantes de libertad, igualdad, fraternidad y tolerancia religiosa.
En conclusión la importancia de la Ilustración no la podemos negar, pero creo que al mismo tiempo también debemos saber que los ‘heroes’ de la Ilustración decían cosas que en ese tiempo quizas eran conseguidas como normales, pero hoy en día se las puede criticar. Aqui les doy algunos ejemplos, los que encontré en el libro de Jorge Larraín ‘Identidad y Modernidad en América Latina’, para conocer el lado oscuro de estos ‘heroes’ y también para que se entretengan:
Montesquieu sobre la producción de azúcar por los esclavos:
Los que se ocupan de esto son negros de arriba abajo, y tienen narices tan chatas que es casi imposible sentir compasión por ellos [...] una prueba de que los negros no tienen ningún sentido común es que aprecian más un collar de vidrio que uno de oro [...] nos es imposible deducir que estas personas sean hombres, pues si suponemos que son hombres, uno comenzaría a creer que nosotros mismos no somos cristianos’ (Montesquieu, El espiritu de las leyes, 1748)
Buffon, un especialista en ciencias naturales de la Ilustración, sobre la naturaleza hostíl en America Latina que afectó a la especia humana:
Los órganos reproductivos de los salvajes son débiles y pequeños; no tienen pelo en los cuerpos ni barbas, ni se sienten atraídos hacia las mujeres. Aunque más ligero que el europeo, debido a su hábito de correr más, es no obstante de cuerpo mucho menos fuerte: y también es mucho menos sensible y, sin embargo, mucho más temeroso y cobarde; carece de vivacidad, y no tiene vida en el alma; la activ idad de su cuerpo es menos en ejercicio o movimiento intecional que una reacción automática a sus necesidades; si se le hace padecer hambre y sed, se destruirá al mismo tiempo la causa activa de todos sus movimientos; permanecerá estúpidamente de pie o echado durante días.
Immanuel Kant escribió al final del siglo dieciocho que;
los pueblos americanos son incapaces de acercarse a la civilización. Carecen de la fuerza de la motivación, porque les falta pasión y afecto. No se atraen recíprocamente por el amor y, por consiguiente, también son infructíferos. Hablan muy poco, nunca se acarician unos a otros, no se preocupan por nada, y son perezosos.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel, que es muchas veces considerado post-ilustración pero si vivió en la misma época, describió en sus Conferencias sobre la filosofía de la historia universal, Sudamérica como ‘física y espiritualmente impotente’ y dice que los ‘individuos son obviamente poco inteligentes con poca capacidad para la educación’ sigue su descripción diciendo que los nativos son como ‘niños sin educación, que viven de un día para otro, intocados por pensamientos o aspiraciones más elevados’.