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La democracia sin la gente...


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Hace unas semanas, el 5 de octubre, se celebro los 18 años de democracia y junto con esto los 18 años de Gobiernos de la Concertación. Es una fecha que si bien no recuerdo por mi corta edad, siempre he recuerdo como fecha especial.

Conversaba con algunos compañeros de carrera, el fenómeno de "apagamiento ciudadano" que ha caracterizado a la transición chilena. Quizás la pregunta es más fácil de lo nosotros creemos: no ha habido movilización colectiva de la ciudadanía porque así lo han querido los líderes políticos.

Cualquiera podría decir que el regreso a la democracia no se hizo solo, hubo líderes, organización, financiamiento y ojos del mundo puestos en que volviera la democracia a Chile. La gente no participa tan, tan espontáneamente. Solo dos reflexiones, desde una óptica meramente de análisis, no de solución:

1.- Los partidos de la Concertación cambiaron el foco luego de ese decisivo 5 de octubre. Como era obvio, los partidos se dedicaron a Gobernar, su mejor gente se fue a la burocracia estatal y los líderes emblemáticos se ocuparon de los cargos de relevancia política, ya no a escribir libros, organizar asambleas, buscar financiamiento extranjero ni a organizar la oposición al régimen. El foco ya no estaba puesto en la movilización ciudadana. Había que demostrar que la Concertación democrática en el poder no significaba irresponsabilidad política, mal manejo económico y crisis social, como había ocurrido con Allende.

2.- Mantener una esperanza colectiva cuesta caro. Los partidos se debilitaron socialmente y se transformaron en mera repartija de puestos, ya que el foco estaba puesto en el aparato público. Ya no en las poblaciones y universidades, como lo fueron los partidos en los 80, donde su actividad estaba en la formación de liderazgos desde aquellos sectores, muchos de ellos hoy consagrados políticos. La sección de esto es sencilla: los partidos se transforman según los propósitos históricos que persigan. Estoy seguro que los partidos de la Concertación van a ser una cosa muy distinta cuando en un futuro sean oposición. (ver nota al pie)

Quiero terminar este post explicativo, no inspirativo, con un párrafo de un libro que he aprovechado de leer estos días de gripe. El autor es el periodista chileno Dauno Tótoro Taulis y el titulo del libro es "Ser de izquierda":

Como señala Rafael Otano en su libro "crónica de la Transición, la misma noche del 5 de octubre fueron cerradas las puertas de las casas del NO, y ya no se volvieron a abrir. De este modo, "se clausuraba un espacio que, con ilusión multitudinaria y anónima, se había conquistado contra la dictadura y contra el miedo. En aquella jornada de triunfo masivo, con un sencillo acto de omisión, los políticos opositores dilapidaron el instrumento de interlocución social más eficaz que ellos mismos habían diseñado. Ahí quedo decretado una transición construida para la gente, pero evitando a la gente. Aquella maravillosa fiesta de la democracia termino en un coitus interruptus, en el inicio de una ausencia civil".

Nota al pie: algunos me podrían preguntar porque la actual oposición no toma ese rol movilizador. Por dos razones, la primera es que nunca han querido producir movilización ciudadana para propósitos políticos ya que históricamente creen más en la negociación de cúpulas. En pocas palabras me refiero a que la derecha no amenaza con sacar la gente a la calle, sino como lo hizo en 1998 con la detención de Pinochet en Londres “pararemos el país si no traen al general de regreso”. Además en muchos de los casos ellos no propondrían a la ciudadanía organizarse para pedir al parlamento que no se cambie el concepto de "empresa" en la Ley de Subcontratación, no tendrían más que opositores organizados. Y la segunda razón es que después de la reforma agraria, la histórica derecha patronal perdió total capacidad de movilización social. Solo gana elecciones con gran financiamiento y obteniendo su porcentaje histórico que con el sistema binominal le otorga uno de los escaños en el parlamento. El fenómeno Lavin cambio esa estadística electoral de la derecha.

Foto: Chilefotoj




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