Según Sergio Boisier la forma como se ha planteado hasta ahora el desarrollo no solo territorial sino que desarrollo de la humanidad, se podría definir de fracaso relativo pero incuestionable –fracaso político, técnico y ético– porque según el autor la política de desarrollo seguida hasta ahora no pasaría un test de beneficio versus costo. Este fracaso esta tiende a relacionarse con el desempeño del Estado, Boisier está conciente que no se puede dar una respuesta de causa única. Es por esto que se identifica un primer foco de problemas cuando el concepto del desarrollo queda bajo la tutela exclusiva de los economistas, aquí la respuestas del desarrollo pasan a manos de los técnicos y especialistas lo que fomenta una cultura centralista que inhibe la participación ciudadana o social en el diseño de su propio futuro.

Como primer factor que impacta positivamente en el desarrollo están lo que se denomina las Tecnologías de Comunicación y la Sociedad del Conocimiento. Y el segundo factor es la relación que existe entre valores y bienestar, porque cuando la voluntad colectiva, el conocimiento pertinente y el liderazgo adecuado coinciden, el desarrollo de un país es posible. Además hay que contar con un hecho, en un mundo flexible existen ventajas para países pequeños (Finlandia, Irlanda, Corea del Sur, Taiwán).

Hasta hace un tiempo atrás las políticas de desarrollo de las regiones estaban entregadas al mercado y a la globalización. Los objetivos básicos de la regionalización en América Latina fueron: introducir la regionalización, detener la metropolización, reducir o eliminar las disparidades del ingreso per cápita en el territorio, descentralizar y generar el desarrollo en determinadas regiones.

Según Boisier el panorama actual en vez de apuntar a la regionalización alejándose del concepto de metropolización, el sentido ha sido inverso, tal que nos aproximamos a una megalopolización, donde las disparidades no se han reducido de manera significativa. El problema estaría en el precario conocimiento que se tiene de la estructura y la dinámica de los procesos que tienen que ser intervenidos y por otro lado los procedimientos usados, centralistas, verticales, autoritarios e inconsultos socialmente hablando.